Ahora, podría ir de enrollada, y empezar diciendo que lo que nos une a la gente de UPyD es nuestro infinito afán de construir una nueva España, en la que no tengan cabida la corrupción y el amiguismo, Una nueva España en la que haya sitio para todos, en la que se eliminen duplicidades y superfluosidades varias, y se invierta cada céntimo de nuestros impuestos en cuestiones que afecten al bienestar de todos, como la educación, la sanidad, el I+D, el pleno empleo, y esas cosillas que, para los que nos han gobernado durante los últimos 30 años, han carecido de importancia.
Pues no voy de enrollada, se siente.
Aunque a muchos nos siguen uniendo las mismas ideas de siempre, hora es ya de decirlo sin que se nos suban los colores. Lo que nos une a todos es que todos tenemos un interés personal en esto. Todos los que queremos seguir, queremos seguir aquí por algún motivo que, en muchas ocasiones, es un motivo personal.
Como no puedo hablar de todos y cada uno de nosotros, voy a empezar hablando de mí. Algunos, los que me conocéis un poquito mejor, sabéis que es lo que me mueve. En política, y en la vida, en general. Para mí, el valor más importante es la igualdad. Vivimos en una sociedad ladrona, injusta, cruel y traicionera con las personas que viven con algún tipo de diversidad funcional y con sus familias. Lo he visto siempre. Cuando yo nací, ya me encontré con esa realidad. Tengo un primo hermano con una discapacidad importante, ocho años mayor que yo. Fui afortunada en ese sentido. No me tocó asimilar la existencia de diferencias en ningún momento. La conocí desde el principio. Y conocí de cerca realidades como el hecho de que las personas con algún tipo de discapacidad, no tenían garantizado su derecho a la salud igual que el resto de los ciudadanos. A mi tía la decían los médicos sin ningún pudor que a su hijo era más difícil hacerle pruebas diagnosticas y que había que asumir que "estas personas estaban destinadas a vivir menos". Muchos años después esta realidad me tocó mucho más de cerca. Y estaba preparada.
A mí me interesó siempre pelear por los derechos de estas personas. Y para mí, UPyD supuso un gran descubrimiento. Un partido desde el que se me iba a permitir luchar por aquello en lo que yo creía. No donde iban a luchar por ello, sino donde me iban a dejar hacerlo a mí. No se si lo podéis entender. Eso significaba mucho.
En ello estuve desde el principio y en ello sigo. Y seguiré hasta el ultimo día. No soy de esos que dicen nunca. No quiero que mi partido desaparezca. Si lo hace, yo seguiré peleando desde donde pueda. Y no se desde donde va a ser eso, porque no quiero tener que hacerlo con la nariz tapada. Ya veré si llega el caso, que espero que no llegue.
Esas son mis motivaciones y mis intenciones. No puedo entrar a elucubrar sobre las ajenas. Pero hemos visto de todo ya . ¿Verdad?.
Para mí es muy importante, es vital la supervivencia del proyecto. Por eso mismo, estoy dispuesta a luchar. Y los enemigos son muchos. De fuera y de dentro.
Se hacen las cosas mal. Se están haciendo fatal, incluso. Se echa en cara a los demás un exceso de marketing, y nosotros tenemos un grave defecto de marketing. No basta con saber que somos estupendisimos y que estamos encantados de habernos conocido. No basta con saber que tenemos el mejor programa, que para eso nos lo hemos currado los que lo hemos hecho. Si no se lo comunicamos a nadie, si no lo comunicamos bien, si no lo vendemos bien, estamos jodidos, así de claro. Nuestra política , nuestro programa y nuestras intenciones son un producto estupendo, y hay que venderlo, y si esto nos da cosa, habernos delicado a otra cosa, que la política tiene mucho de marketing también, por si no nos hemos dado cuenta.
Y siento decir que tenemos que mejorar nuestra imagen. La externa, que para la imagen interna igual no se está a tiempo. Que al igual que no existe ningún fabricante de detergente que sobreviva siendo el único que utiliza su producto, tampoco vale eso de " sra, el nuestro lava mejor, y si usted no quiere, no lo use, que eso va a ser que no le importa que sus niños vayan hechos unos guarros, tia cerda". A ver, que así, no. Y en alguno de nosotros se ve esa actitud en las redes sociales. Que la gente va a votar , pero no lo que le conviene, sino lo que cree que le conviene,que hay una sutil diferencia. Y la democracia es así. Elige la mayoría, y me da igual si la mayoría es la misma que consigue que Belén Esteban gane el Gran Hermano o lo que sea. Mejor haríamos preocupándonos de por que la gente sabe que Belén Esteban ha donado el premio para luchar contra la pobreza infantil, pero no sabe que UPyD ha entregado una cantidad que han dejado de percibir nuestros vocales vecinos para una cuestión similar, pero nadie se ha enterado. La mayoría elige, y eso es irrefutable, y a veces no viene bien, y yo también he oído el dicho ese de que cien mil millones de moscas no pueden equivocarse pero es lo que hay. Y habrá que informarles.
Hasta aquí el rollo de hoy, pero me queda más. Otro dia sigo
