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sábado, 11 de marzo de 2017

Pequeñas miserias.

La semana ha sido demasiado interesante, por así decirlo.
En primer lugar, voy a empezar con una confesión: Soy tonta. No quiero decir que tenga un CI bajo, que de eso no tendría culpa alguna. No. Soy tonta de un modo consciente y delictivo. Llevo mucho tiempo diciéndome a mi misma que lo mejor es no confiar en la gente para no llevarte chascos. Pero sigo tropezando en la misma piedra.
Eso es malo?. En este momento, si. No en otros. No con todo el mundo. Porque al otorgar confianza a la gente, tienes ocasión de conseguir excelentes amigos y compañeros. En general, las ventajas superan a los inconvenientes en calidad, que nunca en número.
Pero se te cuela el bicho por algún sitio. Es inevitable.
Cree un grupo de wasapp a principios de noviembre, con la única intención de tener un espacio sano para debatir sobre política. Y de entrada, inclui en el grupo a cinco personas a las que consideraba, y sigo considerando, de absoluta confianza. Varias de estas personas solicitaron que se incluyese a terceros, y accedí. He de decir que el bicho no entró por esa puerta. El error fue únicamente mio, y no puedo más que asumirlo y lamentarlo.
Semanas después , en otro grupo, se expulsó a una persona, claramente sin motivo. Se había tocado un tema que la administradora del grupo no debió encontrar de su agrado, y en el debate posterior, un afiliado debatió más de la cuenta, según ella, y lo expulsó. Lo encontré algo tan arbitrario e injusto, que mi reacción fue preguntarle a este afiliado si quería formar parte del otro grupo. Accedió.
Todo fue más o menos bien hasta Enero. Tras el Congreso, este personaje digirió mal los resultados, y desarrollo una curiosa y fructífera actitud de troll, no solo en nuestro grupo, sino en todos aquellos en los que participaba.
Mi fallo fue no querer ver lo que mucha gente me estaba diciendo. Este personaje no era de fiar en absoluto, anteponia su fallido juego de Tronos a cualquier cosa.  Pero, como en ese tiempo, habíamos pasado muchas horas hablando y el se definió como amigo ( cosa que a mi me pareció exagerar, pero algo quedo en el subconsciente), lo cierto es que yo pensaba que no había nada que temer.
Se habia hablado de muchísimas cosas de partido. Entre ellas, de los planes que tenemos para el futuro inmediato un grupo de personas. Enseguida me di cuenta de que esta información era un vox populi. No me importó demasiado. Pero había muchos indicios de la deslealtad de esta persona. Y no les di importancia, aunque si los veía.De hecho, veia crecer los indicios dia tras otro.
Hasta el otro dia. En lo que entendimos como una más de sus sesiones de tratar de irritar a los miembros del grupo, utilizó unos argumentos curiosos para "defender " de críticas argumentadas y fundadas a otra afiliada. Lo que sucedía, según él, es que "ya quisiéramos nosotras valer la mitad que ella, que pese a ser mujer, es ingeniera y además está buena"
En el aluvión de respuestas que siguieron a estas afirmaciones, hubo algunas, algo subidas de tono de otro compañero. Irónicas, y relativas todas a semejante forma de ver la valía profesional de las mujeres. Casualmente, este compañero está implicado en los planes antes comentados, y era urgente desacreditar,
Dicho y hecho. Al día siguiente, la señorita en cuestión, aludiendo a su dignidad como mujer ( que al parecer no se ve afectada por lo que se dice al inicio de la conversación) , publica fragmentos de la misma, sacados de contexto. Acusando de denigrar a quien le interesaba acusar, claro.
No sabemos si el correveidile habrá recibido su correspondiente palmadita en el hombro. Por nuestra parte recibió la expulsión inmediata que se merecía. Sobre los efectos que produce pensar que alguien en quien confiabas posiblemente estuvo todo el tiempo fingiendo y declarando amistad para conseguir información y pasarla a otros, creedme, es mejor no escribir.
El elemento en cuestión dice haberlo hecho por sus elevados principios morales, y porque los demás consentimos insultos y vejaciones. ¿La prueba de que esto es falso?. En el grupo todos eramos administradores, Incluido él. No vio necesidad de actuar, o era más rentable sacar el pantallazo y correr a por su hueso llevando la pelotita?
En fin. Hasta cuando te caes y te rompes una pierna, aprendes como se llama el hueso que te has roto.
La semana ha sido fructífera en aprendizajes, desde luego. He aprendido, no a no fiarme de la especie humana en general. A eso me niego. Gracias a esa costumbre mía, cuento con compañeros maravillosos, implicados, valientes, geniales, leales, sinceros, honestos, cabales... Podría estar poniendo adjetivos hasta mañana. Lo que he aprendido es que a veces, una se equivoca juzgando a la gente, y como dijo otro compañero del grupo tras la expulsión, cuando aparece un bulto sospechoso hay que extirpar,.
He aprendido que lo que deja de importar, puede seguir doliendo un tiempo, pero poco a poco, va desapareciendo.
He aprendido que hasta quien se cree general puede ser esbirro, y estar al servicio de no se sabe muy bien que.
Y he aprendido también a sacar pantallazos, y tengo unos cuantos.