Hoy, 19 de noviembre, es jornada de reflexión. Y a mí no se me da muy bien reflexionar, o se me da demasiado bien. Porque, en circunstancias como las de hoy, llego siempre a las mismas conclusiones.
Las campañas electorales son durisímas. Más aún, cuando uno tiene que compatibilizarlas con el trabajo y la familia. Mucho más aún si, como me ha ocurrido en esta ocasión, coinciden con el mes de más trabajo del año. Pero una no elige las fechas. Era lo que tocaba y punto.
Al principio, pensé que bueno, que total daba un poco lo mismo, que iba a hacer lo que pudiese, y punto. Son cosas que se dicen, ya lo sé. A medida que avanzaban los días, las razones por las que me metí en esto demostraron que seguían aquí. Y poco a poco, quería más. Va en la naturaleza de cada cual. Mi naturaleza quizá sea ambiciosa, y quizá sea inconformista. Por eso me apunté a UPyD, porque tenía un objetivo ambicioso: Cambiar España. Y porque soy inconformista. De no serlo, me hubiese afiliado a otro partido de los de siempre, de esos que no consideran que haya nada que cambiar.
Pero, una constante, algo que,para mí, se repite en cada jornada de reflexión, es el examen de conciencia. Me gusta saber que he hecho todo cuanto estaba en mi mano. Y sé que lo he hecho.
Lamentablemente, no puedo evitar mirar a mi alrededor y ver lo que han hecho los demás. Y algunos también han hecho cuanto estaba en su mano, pero para mal. Otros, han hecho cuanto estaba en su mano... en su propio beneficio. Y otros, directamente, no han hecho nada.
A los de UPyD se nos achaca enseguida que somos muy de tirarnos los trastos a la cabeza. Yo no lo veo tan grave, en las mejores familias pasa eso.Y, como no soy conformista, y por eso no me afilié al PP ni al PSOE, también soy crítica.
¿Es malo ser crítico?. No. El mundo, desde que existe, lo han ido cambiando los críticos. Los que no se conformaban con el poder establecido. Aquellos a los que no les valía el mantra de "es que siempre se ha hecho así". Si nadie hubiera discutido el statu quo de los microbios, no se hubiese inventado la penicilina. Si a nadie le hubiera parecido mal la oligocracia y el caciquismo, no se hubiera llegado al sufragio universal. Eso es así, eso se sabe, y al que le pique, que se rasque, que jolín.
Yo cuando veo algo que, en mi opinión está mal, lo digo. Lo digo muy alto, a poder ser. Vaaale... puede ser que cierto afán incordiatorio esté presente también en mi naturaleza.. Es mi caracter. Como decía, yo tengo tendencia a no callar. Y eso que en tiempos lo intentaba. Pero ya no.
Por eso, en su momento, cuando había que celebrar ese congreso extraordinario del mes de Julio que tal vez debió celebrarse mucho antes, yo expresé en voz alta mi opinión. Y no me arrepiento. Me dio la gana. ¿Acaso no sabía que hay personas que no ven bien que una exprese su opinión? ( Sobre todo cuando esta opinión no era una de las dos mayoritarias). Las narices no lo iba a saber. Pero como no tenía motivos para callar..
Después, llegaron las primarias. Mi opinión tampoco coincidía con la de la mayoría, y lo dije. Lo sigo diciendo.
Pero en ambos casos, hubo unos resultados que era necesario respetar. Y lo hice. Y, para mí, respetar el resultado incluía hacer campaña, tanto como si la opción que nos representa hubiese sido "la mia". Y la he hecho.
Eso sí, me pregunto donde están ahora los talibanes que no dudaban en atacar a compañeros que se atrevían a discrepar. Porque oye, que no los veo por ningún sitio, y no es que quiera verlos.
Yo no quería que llevásemos este candidato. Y, de hecho, mañana votaré a las siglas. Y además, soy apoderada. Y además he acudido a mesas informativas y he hecho buzoneo. Yo no quería este candidato, pero he madrugado para meter su cara en los buzones, mientras algún que otro aplaudeorejas que si quería este candidato no ha hecho nada de esto. Porque yo quería, y quiero este proyecto.
Ya sé. El trabajo voluntario lo que tiene es eso, que es voluntario.Lo que no es lícito es comprometerse a ayudar y no hacerlo.
Hemos hecho una campaña estupenda, con pocos medios. La campaña anterior, con más medios, no fué estupenda. Y nos jugábamos mucho. No se hizo mailing. En esta ocasión, ha habido muchísimos voluntarios plegando, ensobrando y repartiendo. Se hubiera podido hacer en las elecciones de Mayo. Había más gente para colaborar. Y no creo equivocarme si afirmo que de ahí hubiese salido una diferencia de votos que nos hubiese permitido conservar algo de representación en las instituciones.
Ahora ha costado más, porque somos menos. Pero hay que ver lo que ha mejorado el ambiente. Porque hubo un tiempo en el que en esta guerra había muchos, pero había mercenarios, que no dudaron en dejarse deslumbrar por el brillo anaranjado, y nos dejaron. No hay que olvidar que también había gente valiosa que se marchó porque el trato que recibían no era correcto. Yo opté por quedarme con más motivo. Yo no permito que me echen de mi casa, hasta ahí podíamos llegar.
Y, aunque hay que tener mucho cuidado al decir esto, que la gente es así como muy susceptible, además de mercenarios había granjeros, que solo entienden de su cosecha y del estiercol con el que abonan la tierra. Y cambiaron, o intentaron cambiar, de campo, porque de repente la cosecha era incierta. Contra estos es contra los que siento un gran malestar hoy. Hay personas que han colaborado cuando, por h o por b, recibian un reconocimiento e incluso una remuneración. Ahora no los reciben, y no han colaborado. Otros han optado por seguir. Y otros, que nunca hemos tenido reconocimiento alguno, hemos optado por seguir. Y seguimos.
¿Qué va a pasar a partir de ahora?- No lo sé. Habrá que esperar al lunes. Supongo que si el resultado es malo, el futuro es incierto. Yo deseo que, en un caso así, en un caos así, se vayan algunos que , a día de hoy, tan solo están aquí porque no les han querido en ninguna otra parte. Y para ser justos, entenderé que haya quien se vaya porque no pueda soportarlo más. Pero poco a poco, iremos quedando los fuertes, los convencidos, los valientes, y los cabezotas. Cada cual se incluya en la etiqueta que más le guste
Un abrazo a todos
MARIA JOSÉ
