Vistas de página en total

miércoles, 20 de marzo de 2013

SOMOS DIFERENTES

Llevamos tanto tiempo oyendo eso de "son todos iguales" que existe el riesgo de que nos lo empecemos a creer.
Sería lo peor que pudiera pasarnos. Yo, que reconozco que ya no cumplo los 40, recuerdo, vagamente, los años de la adolescencia, en los que todas queríamos ser iguales que las demás, llevar la misma ropa, lo que se llevaba, ir a los mismos sitios.... Esto solo se explica por la presión del entorno, y porque a lo mejor teníamos el cerebro sin madurar. Todos eramos iguales, pasábamos por una fase de uniformidad, que a algunos les duraba hasta que un anuncio de colonia les recomendaba ser ellos mismos.
Lo peor es que algunos siguen igual, pero supongo que es inevitable.
Debe ser una crisis de madurez, pero a mí, me ha dado por reivindicar mi derecho a ser diferente.
Es notable, si uno se mueve en foros o en redes sociales, cierta inquina hacia UPyD .Pero, sobre todo,cierto deseo de que "pasemos por el aro",y nos convirtamos en lo mismo que son los demás.
Me gustaría afirmar que van a  quedarse con las ganas por los siglos de los siglos, amén. No puedo.
En Madrid, por poner un ejemplo, somos muchos. Pero,como nos movemos bastante, y vamos a los mismos sitios, la mayoría nos conocemos. ¿Nos caemos todos superbien?. Pues no. Y eso es normal. Es lo lógico en cualquier grupo de personas. Hay personas más afines que otras, personas que te gustan más que otras. Y eso no está ni bien ni mal.Es lo que hay
Pero, en cuanto a la diferencia, me fijo en el grupo de gente que he ido conociendo en este tiempo, y todos son diferentes. Y me alegra. Si hubiese querido lo de siempre me hubiese afiliado al PP o al PSOE.
He visto y oído concejales vecinos a los que , lo que les importa, son los vecinos y lo que pueden hacer por ellos. Y en cuanto a los grupos de trabajo, lo mismo. Gente super implicada en lo que hace, que está mirando por los ciudadanos.
No somos muchos. No somos tantos como quisiéramos  Esto, se nota, sobre todo, en que cada uno de los que colaboramos lo hacemos en varias cosas, y hablando, te encuentras con que fulanito, que esta contigo en el grupo tal, coincide que también está con tu interlocutor en otro grupo diferente, mientras que te enteras de que en tu grupo de trabajo hay alguien que puede ser que se mude a tu distrito, y te entra una alegría inmensa, que así seremos uno más, y ya planificas presentárselo al resto. Que seguro que ya le conocen por otra parte.
Yo quisiera que fuésemos muchos más.Y espero que algún día seamos muchos más. Pero sin bajar el nivel, por favor. Sin que nos entre gente que no es diferente, gente que es "lo de siempre".
Que levante la mano quien, en sus primeros tiempos dentro del partido, no haya coincidido, en alguna reunión de nuevos, con algún bulto sospechoso. Que levante la mano quien no haya arrugado la nariz al oír presentarse a alguno que parece un híbrido de rata abandonando el barco que se hunde, y gato que cree venir al olor de las sardinas  Que levante la mano quien no sepa lo que es un "conocedor". Quien no tenga miedo del efecto esponja que podemos tener cada vez que se publica una encuesta de intención de voto.
De todos los que colaboramos, que levante la mano el que no esté de acuerdo con esto. Que no sería nada bonito que este grupo de gente convencida que trabaja de forma desinteresada por un proyecto en el que creen, se viese contaminado por gente que es "otra cosa".Gente que viene a esta fiesta cuando calcula que en la suya el baile ya no va a ser agarrado.
Gente que oye que todos somos iguales y piensa que, con suerte, es verdad.
No me interpretéis mal, yo quiero que seamos muchos. Pero no que seamos todos. No vale cualquiera.
Una persona que venga con fe, con buena fe, ha de ser siempre bien recibida. Como lo fui yo en su dia. Como supongo que lo fuimos todos.
Pero por favor, no se trata de estrechar la puerta de entrada. Se trata de vigilarla. Es sin duda, una tarea dificil que tendremos que añadir a las que ya hacemos. Y que podemos y debemos hacer



domingo, 17 de marzo de 2013

LAS RATAS Y LOS BARCOS

El titulo de esta entrada puede entenderse de dos maneras. Una, como nombre de un plato francés que no es otra cosa que pisto. Y otra, que es la que me ha inspirado, como alusión al nombre de una pelicula de Disney.
Para los que no la habéis visto , haré una sinopsis. Una simpática rata con habilidades para la cocina, se ve separada accidentalmente de su colonia. No lo lamenta mucho, pues allí se infrautilizaba su talento para la cocina, y tan solo servía para detectar veneno que pudiese perjudicar a toda la colonia. Personalmente opino que saber detectar veneno que perjudique a  los tuyos no es moco de pavo. Falta que te hagan caso, pero ese es otro tema.
El caso es que nuestra simpática amiga va a parar a un restaurante, donde descubre a un cocinero haciendo atrocidades culinarias que intenta remediar. Lo que consigue es que todos crean que el cocinero es genial, tras probar una sopa que ha hecho la rata.
 Se resigna, y mantiene la farsa, permaneciendo debajo del gorro del cocinero tirando de sus cabellos para manejar sus movimientos cual si fuese una marioneta.
Es una peli de Disney y al final todo sale bien. ¿ Bien? Según se mire. El caso es que el cocinero inútil resulta ser hijo de un famosisimo cocinero.Se lleva los laureles y aparentemente a la rata lo que le toca es volver a su destino de rata.
Como sigue habiendo problemas, el cocinero vuelve a reclamar la ayuda de su amiga rata. Al final, ganan a los malos . Todo un ejercito de ratas hace el trabajo del restaurante para impresionar a un critico muy peligroso. Pero todo sale bien. Aunque al final sanidad cierra  el restaurante, el critico pierde su trabajo por elogiar un restaurante lleno de ratas, pero no pasa nada, fundan otro, donde conviven los humanos y las ratas sin ningún problema. Es Disney, claro.
Esto es una película. Que quede claro.
En el mundo real los genios no se dejan manejar como marionetas. Espero que no.
En la realidad, las ratas y las personas no se llevan bien. A veces, se llevan de puta madre.
En el mundo real, las ratas no son simpáticas. Puede que sonrían, pero no son simpáticas.
En el mundo real hay ratas en todos los ambientes, pero sobre todo en los barcos. Algunas, pasan mucho tiempo saliendo de unos barcos y pretendiendo entrar en otros. Mientras algunos rezamos porque no se permita a las ratas subir a nuestro barco, me temo  que algunas se cuelan, porque, por lo visto hay ratas valiosas.
En el mundo real, por si alguien no lo recuerda, las ratas transmiten la peste.