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viernes, 8 de febrero de 2013

TRASTOS VIEJOS, POCOS Y LEJOS

Sé que muchos tenéis, acerca del tema de la monarquía, opiniones que no coinciden en absoluto con la mía. Y eso, no solo no me importa, es que me parece estupendo. Yo sospecho mucho de las organizaciones que se rigen por un pensamiento único, a no ser que estén definidas abiertamente como sectas, que en ese caso al menos la cosa está clara.
El caso es que yo no soy monárquica, ni juancarlista, que dicen otros, ni nada que se le parezca. No soy monárquica porque nunca he podido entender esa idea de jefatura del estado hereditaria. Me parece algo medieval, poco serio, una burla, incluso. Tampoco soy juancarlista, porque ese señor me ha parecido siempre un bluff. Heredero de Franco, para empezar. Vale, jugó un papel importante en la llegada de la democracia a este país, pero nunca le he reconocido esa heroicidad que muchos le suponen. Pienso que las cosas ocurrieron como tenían que ocurrir, y que este señor las acompañó en su recorrido, lejos de impulsarlas. Pero eso es mi opinión.
Se podría haber tenido una monarquía en otras condiciones, con las cuentas claras y presentadas regularmente. Con unos mecanismos de control que no se por que tienen que ser menos que lo que se exigiría a cualquier Jefe del Estado electo. A lo mejor así nos hubiésemos ahorrado más de un espectáculo esperpéntico cinegético-económico-familiar. Pero claro,a estas alturas, decir eso es como decir que si mi abuela tuviese ruedas parecierase a una bicicleta. No estamos a tiempo de solucionar errores de planteamiento.
Cada vez que surge un protodebate acerca de monarquía o jefatura del estado elegida por los ciudadanos, tropezamos con los mismos tópicos. Para empezar, el uso de la palabra república, que algunos la leen y piensan en iglesias echando humo, en izquierdas perturbadoras y que se yo en cuantas barbaridades. Y es que asociamos mal las ideas en este país, y  a algunos, si les nombran Estados Unidos piensan en perritos calientes, y si les nombran Francia piensan en actos de alcoba que no se mencionan en público. Vamos, que hay ejemplos de repúblicas que no han quemado nada, mientras que no muy lejos tenemos el ejemplo de una monarquía que contribuye día a día a reducir a cenizas la marca España.
Otro topico enorme el aquello del coste. Sería más caro. Bueno, empezamos por el hecho de que no es posible comparar el precio de dos productos diferentes, y luego, entramos a discutir si es o no es cierto que fuese mas caro. Y para terminar, se me ocurre que nada hay mas barato que una dictadura, nada menos costoso de mantener que los derechos que no existen. Para mi, una diferencia de costes seria asumible. Claro que aquí nadie se ha parado a pensar que se empieza a formar al sucesor desde la cuna, se le construyen los estudios a medida, y todo eso no es gratis. Que no sabemos cuanto nos cuesta en realidad, pero para algunos empieza a estar claro cuanto vale. Y que eso de las pensiones vitalicias se soluciona regulando, y de paso revisamos unos cuantos privilegios mas. Y que eso otro que se dice de "imaginaos lo que seria tener de jefe de estado a un Aznar-Gonzalez-Rubalcaba_Zapatero-Rajoy, eso, señores, eso se soluciona siendo mas exigente, y no eligiendo cuatrienio tras cuatrienio entre la mierda y la porquería  con perdón  con el argumento de que esta ultima huele muy mal y al que hace cuatro años nos pareció que olía mal igual ya se ha secado un poco y es mas soportable.
En fin. Nuestro campechano Rey, que muchos dicen que es muy simpático  pero yo siempre le he visto una cara de déspota con mala leche que se cree superior al resto de los mortales por razones de cuna ( y desgraciadamente con el orden de cosas actual tiene toda la razón , me recuerda al lavavajillas que tengo en la cocina. No funciona, por cierto. Se estropeó, y un día por otro, nunca lo sustituimos. decimos que vamos a ir a por otro, pero en realidad, como tampoco cocinamos mucho, nos hemos acostumbrado a pasar sin él  Vamos que cumplió su función  pero ya no la cumple. Y no lo hemos tirado por no dejar un hueco, y porque no sabemos que podríamos poner en su lugar no siendo otro lavavajillas que no estamos seguros de querer. Eso por no hablar de que cualquiera que entre en nuestra cocina lo ve, y para que vamos a explicar que no funciona, así parece que tenemos lavavajillas. Y si lo quitamos y dejamos el hueco, nuestra moderna cocina va a quedar como incompleta, y se va a ver que la pared que hay detrás no está en muy buen estado. Y asi seguimos, pasandole una balleta de vez en cuando y esperando que tenga al menos el detalle de no ensuciarse demasiado.

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