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martes, 7 de agosto de 2012

Libertad de expresión.

Cada día, frecuento el facebook de Rosa Díez. Lo hago porque me interesa aquello que tenga que decir. También porque leo los comentarios que allí se ponen. Los considero un buen indicativo de como está cambiando la mentalidad de la gente en cuanto a cuestiones políticas.
Y eso que vivimos en un país en el que al parecer hablar de política es de mal gusto. De hecho, muchas conversaciones sobre el tema se rematan con eso de "yo, de política, no entiendo". Bueno, para mí, eso viene a ser como si alguien dice que no entiende sobre eso de usar el teléfono. Es algo que hay que entender, porque hay que ejercitarlo. Como mínimo, a la hora de votar, pero sería bonito, sería sano, que se ejercitase a diario. Nuestra obligación, como ciudadanos, como seres pensantes, es observar, criticar y pedir cuentas. Es mi opinión.
Como decía, en el facebook se ve la opinión de la gente. Se ven los cambios de tendencia. Pero por desgracia, se ven otras cosas. El sectarismo, el bipartidismo, la mala educación de algunos. Ciertas ideas siniestras.
Siempre me sorprende lo mismo. Esa es la página de una lider política. La gente que entra allí declarando asco universal a todos los políticos sin excepción, no se que hace por allí, pero bueno, allá cada uno.
Está el que discrepa acerca de lo que allí lee, y eso está bien. Muy bien,Y si se acompaña de argumentos, mucho mejor. Una persona, aunque no coincida con nosotros, si presenta argumentos, se presta al debate. A que le convenzamos, a que nos convenza, a que ninguno convenza a nadie pero se conozca el punto de vista del otro, Y a mí eso, me parece, con perdón, de puta madre.
Están los troll. Y abundan, pro desgracia. Troll, para mí, no es el que discrepa, por supuesto. Es el que entra a embrollar. El que constantemente saca temas que no son lo que se está tratando, el que acusa a un partido con un 5% de representación de no hacer nada en favor de tal o cual cosa, y lo hace con palabras irritantes e incluso malsonantes. Curiosamente, los troll tienen un ciclo. El ciclo del troll es aparecer, atacar, cogerla llorona con un tema que quizá no viene a cuento, o con varios temas,y luego, decir que se le censura. O insinuar que la tontería que está escribiendo es tan molesta, siempre según él o ella, que fijo que le van a censurar. El peligro de los troll reside únicamente en el anonimato. Porque he observado que alguno desaparece , y después aparece otro similar con otro nick, que curiosamente se expresa igual y actua de la misma forma.
Están también los "errequeerre", de uno y otro signo.  Esos que han enriquecido su vocabulario con palabras como demagogia y populismo, sin saber bien, me temo, su significado. La maniobra más habitual en ellos es la repetición de bulos. Existe el cansino que se cree de izquierdas y el cansino que se cree de derechas, Se les distingue con dificultad, en el fondo son muy parecidos. Entre ellos, están los que dicen, con la boca cada vez más chica, que hay que dejar gobernar a Rajoy, que no nos metamos tanto con él, pobre, y los que muestran una indignación desmesurada hacia UPyD, porque seguramente ven una amenaza para la alternancia histórica que ellos piensan debería beneficiarles en un futuro próximo. Luego, están los que se creen izquierdistas serios. Personalmente , tengo amigos ligados al movimiento 15 M. y puedo garantizar que son personas cabales y serias, aunque con una ideología que no comparto ( con excepciones). No tienen nada que ver con ese tipo de sujeto que aparece en la red insultando, y afirmando que la solución a todos nuestros males pasa por el consumo abundante de cerveza y la quema de contenedores. Y esto lo escribo yo, que me gusta la cerveza y a veces me dan ganas de quemar algo, pero no creo que solucionase nada.
Y los "son todos iguales". Bueno, este es un colectivo que me inspira cierta ternura, incluso. El desencanto es normal, pero una cosa es el desencanto y otra la rendición. Y muchas veces, tras lo que escriben , me da la sensación de que se esconde una urgente necesidad de volver a creer en algo.Y pienso que, cuando están en
esa página, es que no nos son hostiles, pero disimulan.
Me he dejado para el final a los que insultan. Me irritan mucho, lo confieso. Y alguna vez le he dado una mala respuesta a alguno, trato de controlarme,pero me cuesta. Solo decir que la persona que insulta no tiene argumento ninguno, y su opinión, por tanto, no vale nada.



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