Al parecer, el ministro de educación, el ínclito Wert, anda poco ocupado estos días, y ayer se entretuvo en hacer una defensa de la educación segregada por sexos que practican los auto llamados Legionarios de Cristo. Aclarando, eso si, que "acatará la sentencia". Es que estaría bueno lo contrario, oiga.
Ya es bastante malo que dedique el tiempo por el que le pagan todos los españoles en andar defendiendo los intereses de una minoría dudosa. Como si no tuviese problemas relacionados con la educación pública que pagamos todos.
Esto de los conciertos educativos empieza a sonar más bien a cacofonía. En un principio, años ha (no se si estaban los socialistas en el poder o no, ni me importa, Lo digo porque para algunos a las situaciones indeseables hay que mirarles mucho el pedigrí antes de criticarlas), la idea parecía buena. Ya que todos los españoles pagaban la educación pública, se supuso razonable que, quien quisiera llevar a su niño a un colegio privado, tuviese derecho a que el estado contribuyese a ello por la parte de impuestos destinada a la educación que estos padres pagaban. Hasta aquí, bien. Pero como se dice, hecha la ley, hecha la trampa, a veces me temo que se planifica la segunda antes que la primera. A finales del siglo pasado, cuando te ponías a buscar plaza escolar para tu niño, en el barrio tenias un cole público y tres concertados. Dos de ellos, religiosos. Dada la escasez de plazas, tenias que optar a veces por una opción que se alejaba mucho de lo que tu hubieses escogido.
Como decía,prosperaron mucho en la última década del siglo XX. Se escuchaba a madres decir, sin sonrojo alguno, que lo bueno de esos coles era que no estaban llenos de inmigrantes. Increíble,pero cierto. Se les mantenía fuera en la medida de lo posible, unas veces por la cuestión religiosa,pero otras,a base de marcar unos pagos extra de asociaciones obligatorias y llegar a extremos como impedir participar en funciones y fiestas a alumnos cuyos padres no pagaban estas cuotas.
De manera que en esos centros , se tiende a aislar a los niños de la realidad social. Una realidad que se encuentran cuando salen por la puerta, pues muchos de esos colegios están llenos de alumnos pertenecientes a estamentos normales y corrientes, aunque en la mente de algunos padres pueda estar la idea de que ellos son ligeramente superiores y no se tratan con según quien. Pero es una ficción que deja de sostenerse cuando van al parque de cerca de su casa, y que caerá por su propio peso cuando el niño o la niña tenga edad de ir con sus colegas al Burri King. Ahí se darán cuenta de que esos semejantes de quienes se les ha querido aislar, están allí, y no solo recogiendo bandejas. Y es que esconder o maquillar el mundo a nuestros hijos no es precisamente bueno.
Volviendo a los dichosos legionarios, al parecer, ellos no son partidarios de educar juntos a niños y a niñas. No se de que se extraña nadie. No es más que un retroceso al pasado. Yo estudié con una de aquellas cartillas escolares, Amiguitos, en las que te enseñaban a leer con frases como "María recoge la mesa""Juanito juega al balón". . Ojo, que con esto no quiero decir que en esos colegios haya madres que quieran que su Sonsolitas no estudie y se haga una mujer de provecho que pueda llegar a asesora o consejera. Lo que quieren es que además de esto tenga cuatro hijos, al menos, y una chacha, a poder ser, filipina, que eso viste mucho. Se trata de perpetuar los roles de antaño, pero de otro modo, que aún hay clases.
Habrá quien piense que esto no tiene nada de malo,. Que si es lo que esos padres quieren para sus hijos, está bien. Quizá sí, Pero no con ayudas públicas, ni desgravaciones especiales, por favor. Muchos de esos colegios están dirigidos por gente del Opus. Seguro que alguno se ofende si los califico de secta, pero no soy la única que piensa así. Educar a los niños bajo según que punto de vista es peligroso. Sobre todo a las niñas. Eso si que es segregación porque de mayores, las niñas bien pertenecientes a la obra están atendidas por las llamadas Numerarias, que son las niñas de origen humilde captadas para servir a las otras. Un estatus del que no lograrán salir, dados sus orígenes.
El caso es que Wert acatará la ley, dice, se ve que a su pesar. No se si es bueno tener un ministro que acata la ley a su pesar. Sobre todo si vemos con que facilidad se cambian las leyes. Pero, por ahora, esos colegios han perdido los conciertos. Y a mi me parece estupendo.
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