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domingo, 12 de agosto de 2012

Trabajadores incompetentes.

Hasta 1978, el actual Congreso de los Diputados no existía. El edificio sí, claro. Albergaba algo llamado Cortes Orgánicas donde se hacía la pantomima de promulgar unas leyes orgánicas decididas por el dictador. Llegó la democracia y el progreso, y nos trajo novedades. Ahora, se hace la pantomima de promulgar decretos-leyes sin consenso político, amparados en una mayoría absoluta conseguida con engaños. Eso sí, se someten a votación,pero ya se sabe el resultado de antemano.
34 años para que las cosas no hayan cambiado todo lo que deberían haber cambiado. ¿Cómo se explica ésto?.
Se explica porque, como ciudadanos, cada cuatro años acudimos a votar en unas elecciones generales, donde, técnicamente, se decide a quienes vamos a contratar para realizar determinados trabajos, durante un tiempo. Es decir,escogemos a unos trabajadores eventuales que, desde ese momento, regirán nuestros destinos durante cuatro años. Y lo hacemos mal.
Llevamos 34 años escogiendo a trabajadores incompetentes.
De entrada, la misma elección tiene algo de paradoja. Imaginaos a los dueños de una empresa que, por votación, escogen a un director general. Desde ese momento le entregan las llaves de la caja y de todos los designios, y durante cuatro años, a hacer lo que él diga. Algo está mal. Algo anda mal si a ese personajillo se le elige en virtud de la presentación de unos planes escritos, y no hay forma de demandarle si no los cumple. Consigue nuestro voto para dirigir le empresa, no cumple nada de lo pactado, pues creo que el acto de las elecciones supone un contrato, y no pasa nada, No existen medios legales de pedirle cuentas. Existe un precedente. El cantante Lluis Llac presentó, hace más de 20 años, en el juzgado de primera Instancia de Madrid una denuncia contra Felipe Gonzalez por incumplimiento de promesas electorales. El juez consider´procedente la absolución. únicamente por no existir legislación aplicable al caso. En 34 años , no se ha corregido esta anomalía. Tal como están las cosas, contratamos a un gestor que no cumple, y nos secuestra durante cuatro años, quedandose o malgastando aquello que debía administrar, tocando honor, hacienda y salud. Y no pasa nada.

Y luego, está la Ley electoral.Esa que hace que  Amaiur tenga siete diputados y UPyD, cinco, teniendo el triple de votos que aquellos. Es un ejemplo. No está bien que  el voto de un Sr o una Sra de Soria valga cinco veces más que el mío, que estoy en Madrid.
¿Por que no se ha reformado la ley electoral en todos estos años?.. En primer lugar, porque a algunos les viene muy bien. Tal como han estado sucediendo las cosas hasta ahora, por ejemplo, el PP gana las elecciones por mayoría absoluta Algo más de diez millones de votos sobre un censo electoral de 34 millones.Luego, viene mi suegro y , cuando oye las críticas, dice,"pero lo han elegido más de la mitad de los españoles". Falso. Rotundamente falso.
Como decía, ocurre esto, y nadie se rasga las vestiduras. No se oye al partido opositor mayoritario decir de reformar la ley electoral. Saben que a la próxima , les toca a ellos. Y así está todo bien. Pero.... un momento. ¿No habíamos hablado de un contrato?. ¿De que se había elegido por cuatro años, para representar nuestros intereses, y bla, bla , bla?. ¿Por dónde se pasa ese partido opositor mayoritario sus deberes para con los casi siete millones de personan que aún han confiado en ellos?. No importa. En ese momento, no trabajan para nadie más que para ellos mismos, ¿Alguna vez lo hicieron de otro modo?
Vamos con el partido -bisagra por excelencia. Mas de treinta años controlando la llave del poder ocasionalmente. Prestando para gobernar unos votos que no eran suyos, sino que se los habían prestado durante cuatro años.Un préstamo, no un usufructo.  ¿A cambio de qué?. ¿De pedir las necesarias reformas de una ley electoral que les perjudica?. No. A cambio de sillones y prebendas. A cambio de consejeros en las cajas. Montones de ocasiones de cambiar las cosas tiradas a la basura. Y encima, pagando, en muchas ocasiones carísimo el plato de lentejas, pues , electoralmente hablando, las coalicciones , cuestan. Cuestan credibilidad, cuestan votos.
¿Es que un partido no mayoritario no puede pactar ?- se preguntará alguno-. Puede. Puede, y debe. Puede proporcionar el apoyo necesario para formar gobierno, para una investidura, para una corporación, pero... sin olvidar para quien trabaja: Para quienes le han votado, y para quienes no lo han hecho. Puede, y debe, pero debe hacerlo bien. No a cambio de nada, no a cambio de intereses particulares, no a cambio de sillones, consejos, etc etc. Sí a cambio de aquello que llevan en su programa, lease bajada de sueldos municipales, cambio de normativa electoral. O sea, ayudemos a gobernar, pero que algo se haga como si gobernasemos nosotros.
Pero esto tampoco se ha hecho bien .
Llevamos treinta años contratando a trabajadores incompetentes.Y lo peor, es que una y otra vez, volvemos a contratar a los mismos.


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